Consigue el maillot de montaña a 497 metros de altitud.

Si eres aficionado al ciclismo y estás en buena forma física, no puedes perderte el Coll de Sóller. Este puerto de montaña es ideal tanto para ciclistas de fondo como para quienes gustan de pasear en bici sin prisas. Se asciende por una serpenteante carretera de 6,8 kilómetros (se tarda unos 40 minutos) y en lo alto se encuentra el restaurante Dalt des Coll.

Una vez arriba, tómate un refresco disfrutando de las vistas y prepárate para un plácido descenso. Los 26 kilómetros de distancia hasta el Hotel Bikini se recorren en un par de horas (sin contar posibles paradas).

Regla número 1: Muchos ciclistas entrenan a diario en el Coll de Sóller, tanto aficionados como profesionales, así que mejor olvídate de ellos. Si pedaleas a tu ritmo, podrás terminar el recorrido sin demasiadas dificultades.

Regla número 2: Levanta la cabeza y disfruta del paisaje. Lamentablemente, muchos ciclistas solo piensan en batir sus marcas y se pierden las vistas.

Pedalea plácidamente desde el puerto hasta Sóller y continúa por la carretera principal que sale del valle de los naranjos. Después de un par de kilómetros llegarás a un túnel que atraviesa el Coll de Sóller. A mano izquierda encontrarás una hermosa carretera alternativa por la que no circulan más que unos pocos coches, en su mayoría turistas. Tienes por delante 6,8 kilómetros con una pendiente de un 5-7 %. A medida que avances, las rectas serán más cortas y las curvas, más pronunciadas. Pedalea con confianza, deja que te adelanten los pros de la bici y disfruta del recorrido.

Cuando alcances la cima, a 497 metros de altura, respira hondo, sácate un selfi y disfruta de las fantásticas vistas de la vertiente sur.

Evidentemente, el descenso es mucho más rápido y menos extenuante. Si quieres, aprovecha para retar a todos los que te han adelantado al subir, pero no olvides la regla número 2: disfruta del paisaje y de las fantásticas vistas del Puig Major, la montaña más alta de Mallorca.

P. D.: ¿Tras coronar el Coll de Sóller te has quedado con ganas de más carreteras de montaña? Pues agarra fuerte el manillar y dirígete a Sa Calobra.