11,5 kilómetros de paisajes marinos y poco más de cuatro horas para descansar la mente.
Viaje de ida y vuelta desde Port de Sóller hasta Valldemossa en coche de alquiler (25 km) o en el autobús 210.
Los Habsburgo tenían un punto de locura. En el siglo XIX construyeron un camino para burros y carros a través de las montañas de Valldemossa que hoy en día atrae a excursionistas que quieren disfrutar de una de las mejores vistas de la isla.
El Camí de s'Arxiduc, que comienza junto a un portón de hierro cerca de la finca Son Gual, se adentra en la sierra de Tramuntana, rodea antiguos hornos de cal, pasa por el Refugi des Cairats y sube hasta el Puig Gros.
El duro ascenso tiene como recompensa una magnífica panorámica de la costa oeste. El Puig Gros, a cuyos pies se encuentra un pueblecito de montaña llamado Deià, es el mejor lugar para disfrutar de un picnic con vistas al mar. El camino sigue sinuoso por un sendero que bordea la cresta de la colina y que, a cada curva, revela un paisaje más espectacular que el anterior.
Resulta difícil imaginar que los Habsburgo anduvieran por este angosto sendero a lomos de burros, caballos y otros animales. Tal vez fuera algún tipo de desafío, pero parece una locura.
El descenso a Valldemossa se hace por una zona arbolada y ofrece hermosas vistas de Palma desde varios puntos.
Seguro que en la época de los Habsburgo no existía en el pueblo la pastelería Ca’n Molinas, y es una pena que no pudieran disfrutar de su deliciosa coca de patata acompañada de un café con leche.
PD: Este es el recorrido corto.